Se trata de una ruta lineal de 8 Km (ida) que discurre entre la iglesia de Ucedo y el merendero de Valbuena, siendo la ida y la vuelta por el mismo camino. La mayor parte discurre paralela al arroyo de la Retuerta.
Durante el recorrido se verán 6 molinos harineros (unos mejor conservados que otros),
petroglifos, numerosas fuentes, la Peña el Oso o Peña la Muria que marca el límite entre las dos localidades.
Al encontrarnos en un entorno de ribera, predomina la vegetación de este tipo de zonas, como abedul, aliso, chopo… pero también hay brezo, pino, escoba, roble, espino albar…
Existe una variada fauna como jabalí, corzo, lobo, zorro,liebre, águila, cuco, picapinos, lagartija, lagarto…
MOLINOS DE UCEDO
En el paraje de la Canalina existen 3 molinos, el Raimundo, el Canalín y el Nuevo,
dedicados a la molienda de cereal. Son monohidráulicos ,constan de una sola rueda horizontal o rodezno para mover el árbol motriz. Consta también de dos muelas para triturar el grano del cereal y convertirlo en harina.
Eran utilizados por los vecinos del pueblo para transformar el grano en harina para alimentar a los animales o para consumo humano.
MOLINOS DE VALBUENA
En Valbuena había 5 molinos industriales, que molían cereal para la mayor parte de La Cepeda.
En la actualidad se pueden ver los restos de 3 de ellos, el molino de Ramón, el molino de Victoriano y el molino de Pedro que es el único que tenía cernido del cereal (separaba la cascara del cereal de la harina) para consumo humano.
Son molinos minihidráulicos , constan de una sola rueda horizontal o rodezno para mover el árbol motriz.
Consta también de dos muelas para triturar el grano del cereal y convertirlo en harina.
Ruta que a través de 14 km recorre de forma circular en nacimiento de tres de las fuentes que en Los Barrios de Nistoso dan origen al río Tuerto.
Los arroyos Remolinos en Nistoso y el Refleyu del Rebiján y el Riu en Tabladas, nacen a 1.280 metros de altitud en una comarca donde la lengua y la cultura leonesa ofrecen al visitante un potente activo.
Mediante un agradable paseo se puede disfrutar de esta zona montañosa limítrofe entre las comarcas de La Cepeda y El Bierzo, entre las cuencas del Miño y del Duero.
La ruta se inicia en la pista que lleva el polideportivo, desde donde se toma un antiguo camino carretero que, entre las encinas y robles instalados sobre soleadas laderas, accede al paraje de Valdecouso, un importante soto de castaños que ofrece, llegado el otoño, sus apetecibles frutos, las castañas.
Poco a poco la senda estrecha y salva el desnivel entre el anterior paraje y el Arroyo del Mostruelo, también conocido como Arroyo de la Górgora, en referencia al sonido que hace el agua al brotar.
Robles, encinas y castaños dan paso lentamente a una exuberante vegetación
favorecida por la humedad y la umbría del angosto cauce del arroyo, que discurre encañonado entre la roca cuarcítica. Helechos, musgos, líquenes y troncos de árboles quereciosos de agua, tapiz en el suelo.
El ambiente misterioso y sombrío que se respira, acompaña el rústico puente de madera que salva el arroyo y la leyenda de las Górgoras, que refiere topónimos como
Peña Infierna o Pozo del Gorgora. Una vez alcanzado este puente, el paseo tranquilo junto a las cristalinas aguas, permite disfrutar de la singularidad de este escondido y remoto lugar.
La ruta se inicia en la Iglesia de Manzanal del Puerto, al pie de la Nacional VI dónde se encuentra la Estela Cosmológica, y discurre por el pueblo con una pequeña visita cultural que incluye la Peña de Santo Tirso y finaliza en las Casinas de Majar, qué son testimonios del pasado agrícola de la zona.
Se continua por una senda, parte de la Vía Nova hasta llegar al Valle de la Silva donde se oye el sonido burbujeante de sus numerosas cascadas entre las que se encuentra la Cascada de la Retuerta que da nombre a esta ruta.
Caminando por la orilla del río se llega la Fuente Ferrina, que debe su nombre a una antigua mina de hierro que hay en la parte superior y que está rodeada de un soto de castaños centenarios.
Siguiendo el trazado de la vía minera llegamos al pueblo La Silva, dónde se puede visitar el museo, que recoge su pasado minero y sus antiguas labores.
Tras viajar al pasado, continuamos nuestro camino hasta llegar a las ruinas del antiguo Monasterio de San Juan de Montealegre, conocido en sus orígenes como San Martín de Montes regido por la Orden Militar de los Hospitalarios de Jerusalén, una joya de la arquitectura románica declarada desde los años 90 como Bien de Interés Cultural por la Junta de Castilla y León.
Volviendo a La Silva, encontraremos restos de la actividad minera que hubo en la zona durante muchos años. Testigo de ellos en el pozo de extracción y el travesal de entrada de personal del Pozo San Juan.
Entre robles, espinos blancos y prados, discurre la senda de regreso al pueblo en cuyo Parque de La Llama esta expuesto el Miliario Fundacional de San Martín de Montes con epígrafes que acreditan su origen. Rematamos la ruta merendando en el Parque de Santa Bárbara, mientras admiramos su bocamina y su maquinaria minera.
Se trata de una ruta lineal de 5,8 Km (ida).
La ruta se inicia en Requejo donde se puede visitar la ermita de Santa José(S.XVIII) y la iglesia de Santa Eulalia(S.XIX).
A continuación siguiendo durante un tramo el cauce del río y tras una pequeña subida se llega al mirador Peña del Moro, con unas interesantes vistas de la zona.
Avanzando en dirección este unos 600m y en un espolón de la ladera del Cerro de San Bartolo, en la margen izquierda del arroyo de Monterrequejo, se puede ver un asentamiento, el Castro de las Coronas, en el que han documentado como único sistema de delimitación un foso tallado en la roca en la zona Noreste, a continuación del cual se aprecian dos grandes derrumbes que presentan una zona circular y que podrían responder a un torreón o similar, y un pequeño terraplén al Suroeste.
Se configura de esta forma una pequeña superficie habitable en la que no se ha documentado ningún resto material.
Seguidamente se llega a Corús donde se encuentra la ermita de San Martín, templo de finales del siglo XIX.
Atravesando el pueblo a la derecha se puede descansar y calmar la sed en una fuente de fresca agua.
Siguiendo la señalización de la ruta a través de amplias matas de roble y campos de centeno se llega a Culebros donde se puede visitar antiguos pozos de regadío finalizando la ruta en la iglesia de San Cipriano de Culebros del S.XIII.
Puede que haya también (según la época del año) ganado pastando, por lo que se recomienda tener especial cuidado de no acercarse ni molestar a los animales.
Entre la vegetación que nos encontramos en esta zona predominan escobas, robles, castaños, cultivos de cereal...etc. Existe una fauna variada como jabalí, corzo, lobo, zorro, liebre, águila, cuco, lagartija, lagarto...etc.
Esta ruta discurre a lo largo de 9, 11 km, entre el Ayuntamiento de Brañuelas y el castro “El Llastrón” en Villagatón, la mayor parte de ella paralela al río Muelas por el camino rural que va desde Brañuelas a Valbuena y también paralela a bosques de pinos de los que podemos ver dos tipos: silvestres (de la mitad y hacia arriba tienen color anaranjado) y pinaster (todo es del mismo color oscuro, el cual se está resinando).
A lo largo de ella se verá las ruinas de 5 molinos de agua, zona resineras, zonas micológicas, dos cascos antiguos, extrañas cuevas horadadas en la roca, una colonia de abejaruco, la Iglesia Villagatón, el pantano (vacío) de Villagatón,... y bonitas vistas desde la montaña de varios pueblos de la comarca.
Es una ruta de dificultad baja, toda ella entre 1000 y 1125 metros de altitud, debiendo tener especial cuidado al cruzar las carreteras (dos veces, una en Brañuelas y otra llegando a Villagatón) y la vía del tren (Hito nº 19, a 5,71 kms desde el inicio) todas ellas están claramente señalizadas.
Al salirse del camino y acercarse algún molino puede que haya agua en el suelo, por lo que se recomienda llevar un calzado adecuado. También (según la época del año) hay ganado pastando, por lo que se recomienda tener especial cuidado y no acercarse ni molestar a los animales. Algunos de ellos, si tienen crías, pueden volverse violentos por su afán de proteger y defender a sus retoños.
Existe una fauna variada por esta zona (otra cosa es que se deje ver!): ardillas, conejos, corzos, zorros, jabalíes, algún lobo…, así como varios tipos de aves, unos con más frecuencia que otros: cuervos, milanos, buitres, águilas, cigüeñas, perdices, codornices,...
Además de poder hacer la ruta por el camino (caminando en bicicleta o en coche 4x4), los más intrépidos podrían hacerla por el río en época de verano: el paisaje es espléndido, pero la dificultad es bastante más alta, teniendo que cruzar varias veces el río (llevar botas altas) y salvar algún obstáculo.
Los carteles de señalización de la ruta suelen estar en su mayor parte en la parte derecha como fuera del camino.